domingo, 30 de marzo de 2008

Para comenzar


El objetivo de este blog es simplemente hacer pública, del modo más útil a nuestro alcance, la falacia que en sí misma contiene la frase que da título a este blog, y con la cual los poderes públicos sevillanos pretenden hacernos creer están modelando una ciudad habitable, solidaria, ecológica, igualitaria, moderna y varios bla bla bla más que hacen que se les llene la boca de palabras vacías.

El peligro de manosear una palabra durante mucho tiempo puede ser que ésta se vacía de contenido, y aquí parece que tanto el término CIUDAD como el término PERSONAS ya empiezan a hacer aguas. Este es un blog hecho para que el/la que quiera suelte lo que le de la gana, vamos a intentar aportar los testimonios más directos y gráficos posibles, unas fotos que nos permitan ver el detalle diario de esta ciudad de las personas que nos están vendiendo. Esta es por ahora la ciudad de los coches y de los perros.

Desde luego, este es un blog limitado, como nuestro cerebro, no pretendemos analizar políticas públicas de urbanismo, planes de habitabilidad, maniobras especulativas, decisiones cuestionables en materia de vivienda, conceptualizaciones filosóficas sobre nuestro derecho a la ciudadanía, etc, sólo pretendemos mostrar lo que se ve cada día en las calles de esta ciudad,... por eso, y antes de empezar a volcar el cubo de los desperdicios sólo hacia los políticos locales, que por cierto, a veces no se enteran de nada, nos miramos hacia nosotros/as mismos/as y nos planteamos nuestra responsabilidad como ciudadanos/as y hacemos algo de autocrítica constructiva y sincera, pues de la mayoría de los documentos gráficos que aparecerán aquí no podemos responsabilizar -por desgracia- a un/a político/a concreto o a una decisión tomada en el ámbito de la política-local-autonómica-estatal...Eso sí, a priori ellos/as tienen la culpa de todo, y así podemos ir zanjando temas.

Por tanto, si alguien quiere subir una foto y/o hacer un comentario que lo haga, se pide si es posible clave de humor, porque así va todo más rodado, pero se admite todo tipo de comentario (insulto, vejación o lapidación).

Al lío.