Estamos viendo por algunos lugares de la ciudad unos expendedores de bolsas para que el personal recoja las deposiciones de sus mascotas. Desde luego, esto no asegurará la limpieza de las calles de las pútridas muestras, de nuevo los tomadores de decisiones localistas no se enteran de que lo que habría que hacer es concienciar a la gente de que Sevilla no es un gran taza blanca para perros, la imagen es tan lamentable que hace vomitar, poner multas podría ser otra opción, pues sólo así por desgracia la gente modificaría su actitud, lo que pasa es que entonces no se acabaría con el problema de un modo global, la gente seguiría estando ineducada, además, para que se llene el consistorio los bolsillos siempre hay tiempo, pero claro, habrá que ver si a ellos les interesa gastar dinero en intentar buscar una ciudad habitable y que los cambios en la mentalidad de la gente sean duraderos o por el contrario buscan otro parche más para salir del paso ...
lunes, 16 de junio de 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)